«Carlos de Paz es un asiduo practicante de la natación en aguas abiertas.

En esta ocasión su mirada anfibia aparca por un momento la opción figurativa

y parece adentrarse por el sendero de la abstracción y el informalismo.

En Océano plástico acerca su cámara a los restos que flotan entre las olas

o que se mueven sumergidos en el lecho marino como pecios inconstantes,

vestigios inmundos que nunca debieron acabar allí.

Pero ante los ojos del fotógrafo, e incluso ante los nuestros,

se convierten en materia de composición —y de reflexión— fotográfica».

José Luis López Bretones, prólogo del libro